
23 de Febrero de 2008, el Colegio Mayor Peñafiel se echó al monte para librar una de las batallas de paintball mas duras que se recuerda. Por entonces, dos de los mejores hombres del ejército español que formaban un comando (Damián y Carlos) fueron humillados en la sierra pucelana al formar parte del bando conocido como “el de los flipaos” y caer estrepitosamente derrotados ante “Los aliados”. Hoy, algo más de tres años después de la Guerra Civil que estremeció al Colegio Mayor, los residentes nos levantamos con la resaca de una segunda conflicto bélico saldada con las mismas consecuencias.
El pasado sábado, cual segunda guerra mundial, los mismos bandos volvieron a enfrentarse en el monte pucelano, los soldados no eran los mismos pero los objetivos de los dos bandos sí. Por un lado, de color verde como en la anterior ocasión, el bando de “Los Flipados”.

En los aliados la cabeza visible era el Coronel Rodríguez Virgili, un oficial curtido en mil batallas que ya había participado en el anterior conflicto bélico. Completando el ejército Aliado estaban el Teniente Zapico, el subteniente Baños y los soldados Luna, Hernández, Rebollo y Jiménez. El objetivo: Callar las bocas de Los Flipados.
Los Aliados contaban con un hombre más en el cuerpo a cuerpo que su rival, lo cual fue decisivo. Aunque hay que decir que la superioridad de los Aliados (ataviados de un uniforme color caqui) fue tal que ganaron todas las batallas de la Guerra ante Los Flipados-El eje (que vestían de verde).
La primera de las batallas comenzó a denotar la superioridad Aliada. Los del Eje no supieron hacer la cobertura idónea al General Castaño (el General mas activo de la historia en el campo de batalla) y esa fue la clave de la derrota. El canario-pucelano fue acribillado por el bando rival tras haberse cargado, según su propio testimonio, a “tres o cuatro enemigos” antes de caer abatido.

Fuera de la lucha entre bando y bando, que ya empezaba a notarse desequilibrada, también hubo tiempo para el todos contra todos. En ese juego fue trascendental el juego de alianzas, la que más duró fue la de Gustavo Azcona y Cristian la misma llegó a su cuando ya solo quedaba junto a ellos Álvaro Baños (alías el Llanero Solitario). En ese momento hicieron su aparición las tropas de la ONU (la patrulla de limpieza…) para acabar con Cristian (el primero que pillaron) y para que Gustavo, fruto de un descuido, fuese asesinado a sangre fría por Álvaro (que aprovechó que se le empañaron las gafas). Al final el de Aranda se proclamó vencedor a pesar de que solo le quedaban cuatro balas (las cuales administró a la perfección).
No faltó tampoco la Guerra de Trincheras. Nada que ver con la Batalla de Verdún de la Primera Guerra Mundial ya que duró muy poco y los despistes fueron de aúpa. El ejercito del Eje no escuchó correctamente las indicaciones sobre cuáles eran los límites territoriales del juego y su trinchera se vio atacada por Álvaro Baños, que aprovechó un recoveco con el que no contaban ni el soldado Laorden ni el soldado Peñacoba que estaban pendientes de otro punto de visión. Al final una nueva batalla perdida para el Eje y una nueva victoria de los Aliados que realizaron una maniobra de distracción para alejar al General Castaño de las trincheras.
Continuará…
Fdo: C. Padilla, reportero de guerra
