viernes, 19 de marzo de 2010

FIESTA CAPEA EN EL COLEGIO MAYOR PEÑAFIEL

Colegios Mayores Valladolid

“No, si yo no voy a correr, sólo voy a reírme de la gente a la que tire la vaquilla”.
Esta era la declaración de intenciones de buena parte de los participantes en uno de los grandes acontecimientos de la Semana Grande del Colegio Mayor Peñafiel: la capea.
Tal vez por el miedo que los vídeos de youtube habían provocado, por los estremecedoras anécdotas de Valentín y Suso o por la frustrada tentativa de Echeve de conseguir un método racional para enfrentarse al animal, el pánico se cernía sobre todos. Bueno, en realidad el auténtico pánico comenzó con la nieve que empezó a caer sobre Tudela de Duero precisamente en el instante en que llegamos al ruedo. Todo quedó un susto, porque pronto apareció el sol y el peligro de suspensión se evaporó. Claro que para algunos no fue un alivio, porque al ver el tamaño de las vaquillas en los corrales, los gestos se dividieron entre la risa floja y el “yo me voy de aquí”.


COMIENZA EL ESPECTÁCULO
Saltó la primera vaca y sólo unos pocos valientes la esperaban en la arena: los hermanos de Castro, los dos Pablos, Gelín, Mehrgut, Javi Taboada, Gonzalo y Suso, que –lógicamente– tenía que dar ejemplo. El resto, se conformó con ver el espectáculo desde la barrera. En los primeros compases destacaron algunos intentos frustrados al alimón y, especialmente, el arte de Jesús de COlegios Mayores ValladolidCastro, muy activo toda la tarde, con algunos pases que arrancaron los primeros aplausos del respetable. Fueron también dignas de elogio las carreras de Gonzalo, siempre en el extremo contrario al que se encontraba la vaquilla, y las protestas de Taboada porque el animal no se le acercaba. Pero ¡ay cuando se acercaba! Entonces sólo se oían las risas de Gelín...

Aunque menos numerosos de lo que en principio se esperaba, llegaron también los primeros golpes y caídas: la de Suso, que literalmente agredió al burladero, la de Miguel de Castro y la de una valiente espontánea, Sofía, que representó, junto a Bea, Gracia y las chicas del María de Molina, al sector femenino.


LOS VIEJUNOS ENTRAN EN ACCIÓN

Todo ello marcó uno de los momentos álgidos de la tarde: la salida al ruedo de los viejunos, jaleados por los que se encontraban en las gradas y en los burladeros. Mención especial merece Félix, que ha cumplido los requisitos necesarios para convertirse en el Héroe del mes de Peñafiel: después de intervenir milagrosamente en el intento de agresión de una indefensa señorita en París, acudió veloz a salvar a la joven que recibió la embestida de la vaquilla. El Mayor rinde tributo a la valentía de su secretario.

Paco. Debemos decirlo bien claro: Paco casi mata a una vaquilla. Todos nos quedamos asustados al ver como el animal, la vaca, atacó a nuestro subdirector II y como éste, ni corto ni perezoso, la agarró por el cuello impidiendo que se moviera. Gracias a Dios, no apretó más ni le rompió nada. ¿Hubiera subido mucho el precio de la capea por tal homicidio?

Valentín, por su parte, nos dio pistas sobre su inminente vuelta al mundo deportivo: concretamente a la gimnasia artística. Esos brincos y ese perfecto levantado de piernas para evitar la cornada, que hubieran hecho las delicias de Gervasio Deferr, convencieron a casi todos de que era la hora de bajar: no se podía seguir en la barrera y había que tomar parte en la capea. Salvo Mingo (convertido en fotógrafo oficial del evento) e Iñigo, que alegaron diversas dolencias—por supuesto no relacionadas con el miedo— el resto fueron bajando a la arena: Álex, Dani, David, Chus, Nacho Zapico (y también Marta, sí señor), Fran, Jorge, Álvaro, el profesor Cosgaya, los hermanos Rebollo, Santi, Óscar, Echeve...

Chemi, por su parte, prefirió quedarse en la zona noble de la grada y a buen seguro hubiera concedido un par de orejas si de una corrida se hubiera tratado…


LA ARENA, LLENA

Las vaquillas se iban sucediendo y la tensión subía por momentos: algunos osados se acercaban al bicho, siguiendo las indicaciones de los profesionales allí presentes, y la mayoría respetaba al animal… desde la distancia, con continuas carreras hacia los burladeros que se poblaban hasta el extremo con cada movimiento de la vaquilla.

Se acercaba el final, y aunque pocos lo esperaban, faltaban uno de los momentos emocionantes de la tarde: la conexión astur-cántabra, representada por Jorge y Fran, se atrevió a encararse con la vaquilla: capote en mano y, al alimón, se acercaron con paso firme hacia la última que, según se decía, era muy brava. En un perfecto movimiento de coordinación y confianza mutua aguantaron hasta que el animal se acercó a escasos pasos para entonces separarse y dejar el capote a la embestida de la vaquilla. Por dos veces se repitió la jugada y en las dos se manifestó la audacia de los chicarrones del Norte. No podían faltar los aplausos que cerraron la velada taurina...

TODO PRINCIPIO TIENE SU FIN…

Pero no todo acabó aquí. Después del esfuerzo físico derrochado por los jóvenes y viejunos del Mayor, obtuvimos en recompensa una abundante merienda que digerimos cerca del fuego, lo que se agradeció dado el frío que a las 8 de la tarde ya comenzaba a hacer.

La capea había pasado ya a los anales de la historia de Peñafiel y a buen seguro que los 50 participantes la recordarán con una sonrisa y con la esperanza de repetir, pero ¿nos atreveremos con un toro para la próxima?

Colegios Mayores Valladolid

5 comentarios:

Anónimo dijo...

hay q repetir pronto¡¡sois unas futuras promesas del toreo¡¡

IL GRAN TINO dijo...

¡Poder viejuno!

Anónimo dijo...

Repetimos una a final de curso¿?

Anónimo dijo...

Creo que hay que repetir, pero yo lo dejaría para el próximo curso. Las expectativas se han cumplido, los profesionales del toro han disfrutado, el lugar espectacular... pero es bueno distanciar estas cosas para prepararlas mejor. Al año que viene, novillos.
El abuelo

Anónimo dijo...

ABUELO, NOVILLOS HACEMOS TODOS LOS DIA LOS PERIODISTAS, NADA DE DISTANCIA...