sábado, 12 de diciembre de 2009

JORNADAS INTENSIVAS DE ESTUDIO EN COLEGIOS MAYORES DE VALLADOLID


Cómo es tradicional en el Colegio Mayor Peñafiel, el puente de la Inmaculada lo aprovechamos los residentes del Mayor para pasar unos formidables días de estudio en Asturias. No penséis mal porque estos días se ha estudiado y mucho, si bien es cierto que no ha sido la única tarea que hemos realizado. Empecemos por el principio.
El viernes salían 2 coches, uno a las 6 y otro a las 7 y media, pero por un fallo en la organización de la salida salieron 3 coches, uno a las 6 comandado por Alberto con Cristian de copiloto y Óscar. A las 7 y media salió el coche de Mingo con Juan y Miguel de Castro y Nacho Zapico, y el coche de Echeve con Paco y la guitarra eléctrica, el ordenador, el “ampli”… Los viajes en cada coche tuvieron sus anécdotas. El coche de Alberto llegó a duras penas al Llendón a las 10 y media gracias a la inestimable colaboración de Oscar que sabía llegar al Llendon una vez que viera un hórreo que está a 100 metros de la casa, claro que los 15 Km. anteriores no tenía ni idea. Cristian llevaba un croquis que perdió, un GPS que puso debajo del asiento y no lo encontraba. Tras unas llamadas consiguieron llegar vivos. El coche de Mingo iba enfrascado en una discusión política entre el propietario del coche y Miguel. El coche corría cuándo no había discusión y bajaba la velocidad en cuánto había una conversación potente.
Una vez en el Llendón cenamos y a la cama para empezar el día siguiente con fuerzas para estudiar. La mañana del sábado la dedicamos entera a chapar, 4 horas y pico que para algunos era record de estudio en todo lo que iba de curso. Cristian bajó a leer mirando al mar y el resto se encerró en el ático. Después de comer, otra horita de estudio. A las 6 y con necesidad de parar por el cansancio marchamos a Gijón a tomar unas sidrinas, donde observamos a las nuevas generaciones con la boca abierta, ¡qué tíos más raros! Paco demostró sus dotes de asturiano tirando unos generosos culines. Después de cenar se organizó una timba de Mus con Echeve a la cabeza y Juan de Castro por pareja. Estos acabaron con el dúo formado por Oscar y Miguel. La alternativa Paco-Álvaro no pasó a la final.
Al día siguiente mismo plan, por la mañana estudio y por la tarde fuimos a jugar un partidin de futbito para soltar la bestia. Costó convencer a Alberto pero luego fue el que mejor se lo pasó a la hora de torear, y sino que se lo pregunten a Álvaro. Muchos goles, regates, caños, carreras…Por la noche se nos unió al grupo Valentín, Iñigo y Gelín, lo que podía hacer pensar que serían una puñalada al corazón de la convivencia cómo diría Paco, pero nada más lejos de la realidad, se adaptaron al estudio. Por la noche vimos la película “Huída a la media noche” que provocó las risas del respetable.
La mañana del lunes la dedicamos a los apuntes cómo no podía ser de otra manera y por la tarde se gestó un partido de volley en la fría arena de San Lorenzo. El partido fue vibrante con un set para cada equipo. Los Mates decisivos de Juan, los planchazos de Gelin, los movimientos de Joserra, la fuerza de Paco, la colocación de Echeve, las estiradas de Miguel, los saltos de Zapico, la finura de Fernando( el madrileño burgalés) fueron las notas de un partido en el que lo de menos fue el resultado.
Después del partido Fernando nos llevó a tomar unas sidras a los de Pucela y Joserra. Alberto no se creía que podíamos volver a las 9, porque el sábado salió con Fernando y Álvaro, se perdieron y llegaron a las mil, y pensaba que ocurriría lo mismo. Con apuesta de dos cervezas por medio llegamos a la hora indicada tras tomarnos unas sidritas y jugar a las cartas, si bien en medio de la última partida nos marchamos para que don Alberto se pagara las cañitas. De cena tuvimos una fabulosa espicha marca de la casa. Tortilla, empanada, bollus preñaos, queso cabrales, arroz con leche, todo aderezado con la mejor sidra. A la espicha se nos unió el señor Jorge Lafuente (¿qué hacía en la aldea?). Después hubo un show musical de gran calidad con Echeve tocándonos temazos. Miguel, Joserra y Alberto se unieron al espectáculo y los demás nos decidimos a hacer los coros. Fue un broche de oro a unos días espectaculares.
El martes por la mañana estudiamos lo justo porque guiados por el espíritu aventurero de Miguel bajamos a una playa de rocas por un acantilado. La expedición comandada por Miguel la completaban Juan, Oscar, Nacho Z y Joserra. El inicio era por un camino de un bosquecillo. A medida que se avanzaba la cosa se complicaba. El firme estaba resbaladizo y con barro, por lo que teníamos que ir con cuidado por que te resbalabas y el piñazo era grande. Con algún que otro susto pasamos es zona y llegamos a la cuerda. Teníamos que bajar una pendiente fuerte sujetados a la cuerda unos 20 metros. Luego cruzamos agarrados de otra un paso y por fin llegamos a la cascada. Allí estábamos en la playa de rocas. Mirabas para arriba y veías la pared que acabábamos de bajar. Embarrados nos hicimos unas fotos y otra vez arriba que la comida nos esperaba. La subida fue más fácil que la bajada. Otros no tuvieron ese espíritu y cogieron el coche para ir a Tazones y tomarse unos chipirones, verdad Gelín.
Después de una comida copiosa y de contar anécdotas cogimos los coches y de vuelta a la realidad de la vida tras unos días inolvidables en la madre patria Asturias. Recomiendo a los lectores de la Terraza del Colegio Mayor Peñafiel que la próxima no se la pierdan porque todos los años mejora.

Fdo.: Nacho Z.

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