
Por fin llegó el ansiado verano, se terminaron los exámenes en un mes marcado por el estrés y la tensión constantes. Y como todos los años, esta fecha se celebra por todo lo alto en el
Colegio Mayor Peñafiel, el plan fue sencillo pero muy resultón porque consistió en una buena barbacoa al lado de una extraordinaria piscina. El tiempo nos acompañó y hubo algunos que no salieron del agua mientras, el maestro Echeve, preparaba las chuletas y el ayudante Gelín, mantenía viva y a todo trapo la barbacoa. Empezamos a degustar los manjares a las dos y media pero, a pesar de los 40 grados a la sombra, faltaba por llegar la bala humana Iturriaga que había decidido ir corriendo hasta Aldebarán. Los residentes del
Colegio Mayor Peñafiel pensamos que ha iniciado su etapa de preparación de la Maratón Universitaria del próximo curso porque, según las fuentes periodísticas de Cristian, quiere “pulverizar los cronos” y machacar a Damián.
Entre morcilla y morcilla de Echeve y chorizo y panceta de Chemi Chemi, recordamos diversas anécdotas que han marcado el curso académico en el
Colegio Mayor Peñafiel: las fiestas del Mayor, comentarios sobre las “numerosísimas” parejas del año, etc. En definitiva, una gran comida con sus risas, pullas y despedidas. Tampoco faltaron comentarios sobre la gran final de España (Carlos aprovechó para lanzar sus proclamas) y sobre la camiseta de la selección que Cristian había conseguido en el mercadillo tras regatear un euro al tendero. Por supuesto, Fran de Luis tuvo su ración de Ketchup y Gabriel nos dedicó a todos una de sus mejores miradas.
Después de la comida, nos dimos un buen chapuzón en la piscina y se inició la segunda batalla de Trafalgar bajo la consigna “todos a por Valentín”. Menos mal que Cosgui había puesto en funcionamiento su sistema de escuchas y pudo alertar al director de la malvada intención de los residentes sublevados. Alex abandonó rápidamente el campo de batalla y se retiró debajo de un árbol a contemplar su móvil por si había alguna llamada perdida de “alguien” (la espía) y Oscar miraba impaciente el reloj porque, según la prensa, había quedado en Valladolid para una clase de Filosofía... ¡Oh, el amor!.
Con este sencillo acto, se puso fin a un buen año en lo académico y, sobretodo, a los buenos momentos vividos este año en el
Colegio Mayor Peñafiel. Comenzamos a recoger el campamento y se iniciaron las despedidas y aparecieron las primeras maletas.
Desde este blog, queremos desearos un buen verano y que sigáis visitando el blog porque se irán anunciando el lugar y el plan de la convivencia de viejos. Un abrazo y nos vemos en octubre.
Nacho Zapico