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domingo, 19 de marzo de 2017

Taller de Liderazgo del Colegio Mayor Peñafiel

[Crónica de Nacho del Moral, Jr. Fotos: Jesús Luna]

El pasado martes día 14 de marzo tuvo lugar el primer Taller de Liderazgo organizado por el Colegio Mayor Peñafiel, de la mano de Ignacio del Moral y José María Maestre, Director Ejecutivo y Director Docente, respectivamente, del Hospital Virtual Valdecilla.



La primera parte del Taller de Liderazgo consistió en una sesión práctica en la que reflexionamos sobre lo que somos y lo que nos impulsa en la vida a tomar decisiones. Es decir, a encontrar una motivación detrás de nuestras acciones a través de diversas preguntas, tales como recordar una situación reciente que nos hubiera hecho feliz, viendo cuál había sido nuestra contribución a la misma.


También comentamos un vídeo de Simon Sinek en el que recalcaba cómo no sólo hay líderes en las altas esferas de la sociedad, sino que lo normal es encontrarnos con líderes entre los trabajadores de una empresa, que son justamente los que hacen que ésta funciones.


En la segunda parte del Taller de Liderazgo analizamos varios experimentos de Psicología Social sobre la conformidad de las personas con las decisiones de su entorno.



Por último, con conclusión, los dos ponentes nos recomendaron una serie de herramientas útiles, en función de cada participante, de cara a cómo llevar a cabo nuestros objetivos personales y profesionales.

viernes, 11 de noviembre de 2016

Sobremesa, café y coloquios en el Colegio Mayor Peñafiel

Los encuentros con profesionales durante la sobremesa y alrededor una buena taza de café son una de las señas de identidad del Colegio Mayor Peñafiel.

En este sentido, el curso 16/17 no está siendo una excepción. A lo largo del mes de octubre hemos tenido entre nosotros a profesionales de los más diversos sectores.

El sábado 9 de octubre nos visitó Alejandro Sosa Ortega, analista del cuerpo técnico de Luis Milla, entrenador del Real Zaragoza. Durante la tertulia nos explicó en qué consiste su trabajo, cómo ha sido su trayectoria hasta la fecha y lo que supone vivir el fútbol al más alto nivel.


Una semana después tuvimos con nosotros a Adolfo Cazorla, ingeniero agrónomo que ha ocupado diversos cargos políticos en la Comunidad de Madrid. Nos habló de varios proyectos de desarrollo rural en Perú en los que ha participado y, sobre todo, de la corrupción política.


Por último, el sábado 22 estuvo de tertulia Fernando Trullols, médico y profesor de la Facultad de Medicina de la Universidad Internacional de Cataluña (UIC), que nos habló de afectividad e identidad sexual.


miércoles, 12 de octubre de 2011

YASUJIRO OZU EN EL COLEGIO MAYOR PEÑAFIEL

 En el Colegio Mayor Peñafiel, queremos rendir un homenaje a uno de los grandes directores del cine japonés, Yasujiro Ozú (1903-1963). Rodó su primera película en 1927, y sus películas casi siempre versan sobre la vida y los problemas de las familias japonesas de clase media.
 Su estilo es exquisito por su simplicidad y era un firme defensor de la cámara estática. Su plano característico era el tomado desde solamente unos 90 centímetros sobre el suelo. Rodó 54 películas, muy consistentes en cuanto al medio, el tema y el estilo.
 Las películas que vamos a proyectar en el Colegio Mayor Peñafiel son:
  • Lunes 10 de octubre "Hermanos y hermanas de la familia Toda (1941)"
  • Lunes 17 de octubre "Cuentos de Tokio (1953)"
  • Lunes 24 de octubre "El sabor del sake (1962)"

sábado, 17 de septiembre de 2011

LOS CONCIERTOS DEL COLEGIO MAYOR PEÑAFIEL


Hemos un recopilatorio con las imágenes de los distintos conciertos que hemos tenido en el salón de actos del Colegio Mayor Peñafiel en estos últimos años. En este tiempo hemos podido disfrutar de grupos como "JONQUIL", "The Wave Pictures", "Barzin", "Simone White", "Victoria Willians", "The Strange Boys" o "The Agent Ribbons".Todo esto ha sido posible por el esfuerzo del Colectivo Laika y, desde aquí, queremos agradecer que hayan contado con nosotros a la hora de programar sus conciertos.
También me gustaría destacar que por las instalaciones del Colegio Mayor Peñafiel han pasado grupos locales como "Banda Sonora", "Fuera de Control", "The Bycicle Thief" o "Claudio Antón".
Esperamos con ansiedad las novedades de este curso. Un saludo a todos

lunes, 23 de agosto de 2010

EL COLEGIO MAYOR PEÑAFIEL DE VALLADOLID A PERÚ (II)

Colegio Mayor Peñafiel Valladolid

Como siempre, hubo tiempo para todo: para “hacer agujeritos” en la chacra seca, para pegar machetazos y limpiar la maleza en la chacra húmeda, para seguir ordenando y seleccionar libros y libros y libros… para organizar archivos (esto quedó a cargo de José Manuel y de las voluntarias alemanas con las que coincidimos algunos días)… y para ir a la Sierra, que era el acontecimiento más esperado… “la sierra”. Uno, cuando oye hablar de la sierra en el Perú piensa en lo que designa ese término en España: sierra Nevada (esquí… carretera asfaltada hasta el Veleta...), sierra de Gredos (el Almanzor como cumbre principal, con 2.500 m. de altura), la sierra de la Demanda, la de la Culebra… Pero la sierra peruana no tiene nada que ver. Salimos para la sierra a eso de las 3 de la mañana, ya desayunados. (nos pilló la amanecida en el valle del Colca) a bordo de 3 todo terrenos repletos de libros, medicinas, comida y aportaciones nuestras (balones, sobre todo, ropa, y todo tipo de artilugios que nos habían regalado en España para llevar allá). Y, a unos 5.000 metros de altura encontramos una explanada inmensa, de kilómetros y kilómetros de largo y de ancho, flanqueada lejanamente por algún nevado y llena de llamas, alpacas y vicuñas, que campaban a sus anchas por allá. Sólo encontramos dos pequeños pueblos en ese altiplano, auténtico desierto sin un árbol ni una casa (alguna choza de pastor y nada más).
Llegamos a nuestro primer destino (un pueblecito a 4.900 metros de altura) a eso de la una del mediodía. Todos hechos polvo, salvo el abuelo José Manuel, experto en estas lides. El pueblo todavía tenía nieve del fin de semana anterior. Vimos el Colegio, las cocinas, las clases, las letrinas, los invernaderos (“fitotoldos” impulsados por gente de Caritas para lograr producir verduras a esa altura, de forma que puedan entrar en la alimentación de los más pequeños). Emocionante ver las caras de agradecimiento, quemadas por el sol, de los chicos cuando les pasamos libros para la escuela y para ellos y otros detalles.

Ese día dormimos en Orcopampa, un pueblo “minero” (recordaba al lejano oeste en versión peruana: gente por la calle con casco, ruido y movimiento) a “sólo” 3.900 metros. Cuando llegamos ya nos habíamos acostumbrado a la altura, aunque alguno todavía tuvo algún pequeño problema de soroche o mal de altura. Al día siguiente fuimos a Vizcacuto, otro pueblín al pie de un nevado (4.900 metros), con una escuela muy bien cuidada. Los críos tienen que andar, casi todos, unas 2 horas de ida y otras tantas de vuelta para ir a la escuela. Van calzados con las sandalias típicas de la zona y así aguantan hasta 15 y 20 grados bajo cero. Tienen en la escuela un pequeño albergue para que puedan dormir de lunes a jueves los que viven a más de tres horas. Allí Raúl pudo hacer demostraciones de dominio del balón, y Ramón, Íñigo, Jaime y Fernando se dedicaron a conversar con los niños (con algunos era difícil, porque sólo sabían quechua) y a repartir libros y comida (latas de anchoveta). Fue muy divertido verles explicar a los voluntarios qué era eso de “España” y lo lejos que estaba. Por supuesto, en sus casas no tienen ni electricidad, ni TV, ni agua corriente… Y todos los días del año comen lo mismo y en cantidades mínimas: una sopa frugalísima de arroz por la mañana, y unos cereales típicos de la sierra por la noche. Cuando nos fuimos nos cantaron una canción de despedida… auténtica.
Colegio Mayor Peñafiel ValladolidDespués de reintegrarnos al trabajo normal tuvimos tiempo un día para echar una mano en la catequesis de una parroquia de un barrio marginal y otro de acompañar a la psicóloga de Caritas para estar con niños con problemas de integración en la camioneta de uso habitual que es sorprendente que funcione todavía. Lógicamente, casi todos fuimos en el remolque, porque en la cabina sólo cabían tres. Fue un día muy interesante, porque pudimos llevar a los chavales los balones que nos quedaban… y que fueron recibidos con auténtica pasión.
Los últimos dos días los aprovechamos para acercarnos al lago Titicaca, que pillaba no muy lejos (¡¡por carretera asfaltada!!) después de ver Arequipa. Mientras algunos vimos museos y “piedras” de esta ciudad, conocida como la “ciudad blanca” enmarcada por tres volcanes, otros se dedicaron a comer salchipapas y a comprar música… norteamericana y moderna. Ya en el lago pudimos ver las islas flotantes donde viven los uros (construidas con cañas) y unas ruinas incas y aymaras. Cerca de donde vivíamos estaba un famoso templo inca de la fertilidad. También tuvimos ocasión de vislumbrar la ciudad de Juli (famosa por sus iglesias, y conocida como la pequeña Roma) y la de Puno, con desfile de fiestas patrias incluido (habría que estudiar qué tienen los desfiles para José Manuel, que es capaz de estar horas y horas viéndolos sin moverse ni un centímetro). En Puno nos pudimos tomar un pisco sour buenísimo. De ahí, vuelo a Lima (con las maletas casi vacías) y, tras el abundante almuerzo al que nos invitó Miguel, un amigo de José Manuel, vuelta a España.
Volveremos al año que viene. Ha merecido la pena pero hay mucho, mucho que hacer todavía.

miércoles, 18 de agosto de 2010

EL COLEGIO MAYOR PEÑAFIEL DE VALLADOLID A PERÚ (I)

Colegio Mayor Peñafiel Valladolid
La salida de España estuvo marcada por el partido contra Alemania. Fue un partido pintoresco porque lo vimos en una de las pocas televisiones de la T-4, con algunos de los telespectadores disfrazados (de pollo, de bebé… etc.). Original y silencioso hasta que metió el gol la selección. Curiosamente, se “retrasaron” varios vuelos que tenían que salir durante el segundo tiempo. Ya antes tuvimos serios problemas para meter todos los regalos que llevábamos en bolsas y conseguir que no superasen el peso permitido. Fue todo un poco cutre, pero con la amabilidad de las azafatas de facturación se consiguió lo que parecía imposible: que no pagásemos por exceso de equipaje.
El viaje estuvo bien. El gran problema lo tuvo Raúl para meter las piernas correspondientes a sus casi 2 metros en los asientos. Pero no fue incómodo del todo. Algunos aprovecharon para dormir mucho, otros algo menos.

Llegamos a Lima a las 5 y pico de la mañana. Trámites, discusiones con los taxistas, y al Saeta, a ducharnos. Después, desayuno (con hamburguesas “peruanas” y jugos auténticos) y visita cultural de Lima (plaza de armas, catedral, palacio de gobierno con cambio de guardia (por cierto, Residencia estudiantes valladolidla plaza de Armas tenía una pantalla gigante para seguir el mundial), catacumbas de San Francisco, paseo por el centro y comida en un restaurante típico. Ahí se empezó a manifestar la pasión de algunos por el Ketchup y el problema de “hambre cronométrica” de Raúl (el estómago suyo parece un despertador.. cuando se acercan las 3 horas de la última comida empieza a tener un hambre espectacular).
Después de varios intentos frustrados, conseguimos coger el bus que nos llevaría a Camaná. Salía a las 9 de la noche y llegó a las 10 de la mañana. 13 horas de carretera (más que el vuelo). Las últimas, ya amanecido, con el Pacífico a la derecha, espectacular.
Y, al poco de llegar a Camaná y de desayunar… ¡a trabajar! Empezamos ese mismo día a organizar cajas de libros de niños y jóvenes (que después llevaríamos a la sierra) mientras José Manuel hacía “gestiones”… Tras varios días –mañanas y tardes- de ordenar y clasificar libros, pudimos disfrutar la final agónica contra Holanda del Mundial, con unas buenas “cusqueñas”, que son unas cervezas peruanas de lo mejor. Ni que decir tiene que todos los que estaban en el bar viendo el partido estaban con España y nos felicitaron entusiásticamente (¡se lo merecen!). La original celebración de la victoria se tuvo después en una pollería… comiendo pollo a la brasa y las exitosas “salchipapas”.

To be continued...