De Peñafiel a Asturias para estudiar.

Unos estudiaron mas, otros menos (tras algún que otro cabezazo camino de la sala de estudio, muchos decidieron desistir). Sin embargo, los más nos partimos los codos hora tras hora. La media fue de seis horas diarias de estudio ¡qué pasada!.

Aun así, en Asturias no resultó nada fácil permanecer en el camino correcto; todos sabemos que cuando Gelín gana al “trivial”, los estudios pasan a un segundo plano, surgiendo en su lugar un desesperado ansia de venganza en pos del honor perdido. Lo que quedó claro en el trivial fue el elevado nivel cultural de los residentes del Colegio Mayor Peñafiel .

Pero bueno, dejando a un lado el tema del estudio, que desde luego en Asturias ha ocupado un lugar totalmente secundario(¿llegó realmente a ocupar uno?), pasemos a centrarnos en los grandes acontecimientos. Uno de ellos fue sin duda el futbito en los Robles (lugar lleno de grandes recuerdos de lejana juventud), donde Gelín nos demostró una vez más sus grandes dotes futbolísticos, Don Alfonso se erigió líder espiritual de su quinteto (“venga tío, que lo estas haciendo muy bien”), el dúo Paco&Brother demostró que quedan Rodríguez para rato y a Valentín le pasaron factura los años.

Finalmente, las conclusiones que pudimos extraer de la emocionante contienda futbolística son claras: El progresivo envejecimiento de los veteranos del castillo Peñafiel está alcanzando límites de extrema peligrosidad (la posible solución aportada por Xarly para la mejora dietética de uno de estos, cada vez más carcomidos ancianos fue, textualmente: pos no comas na´ coño¡) .
Otro gran acontecimiento fue sin duda el encarnizado partido de Volley Playa que destacó por la gran tensión y rivalidad, fruto de las claras diferencias entre equipos en cuanto a la concepción artística del Volley. Mientras que unos disfrutaban al máximo de cada punto, rebosando creatividad y compañerismo, otros (los Repollos) ignoraban cualquier principio deportivo, buscando únicamente la victoria.
Tuvieron lugar también algunos extraños acontecimientos nocturnos, (achacables a cierta bebida Asturiana) que desencadenaron la desaparición de una cama y el tormento de uno de los residentes más respetables, Gabriel Rebollo (lorololololo...).

En resumen; este ha sido un puente inolvidable, en el que el hermoso paisaje asturiano, unido con la mejor de las compañías hizo único cada minuto que no pasábamos estudiando. Así son las Jornadas Intensivas de Estudio del Colegio Mayor Peñafiel.

Publicado por OSCAR MELERO.